jueves, diciembre 01, 2011

¿quien lo dijo?




De mi actual lectura -de la que espero hablaros próximamente- entresaco este párrafo que me ha sorprendido no tanto por la novedad de su contenido sino por la sorpresa de reconocerme en cierto modo de acuerdo con la perversidad hecha carne...


Una ideología que irrumpe tiene que ser intolerante y no podrá reducirse a jugar el rol de un simple "partido junto a otros", sino que exigirá imperiosamente que se la reconozca como exclusiva y única, aparte de la transformación total -de acuerdo con su criterio- del conjunto de la vida pública. No podrá, por tanto, admitir la coexistencia de ningún factor representativo del antiguo régimen imperante. Esta intolerancia es también propia de las religiones. Tampoco el cristianismo se redujo sólo a levantar su altar, sino que, obligadamente, tuvo que proceder a la destrucción de los altares paganos. Únicamente gracias a esta fanática intolerancia pudo surgir la fe apodíctica, cuya condición previa consiste, precisamente, en la intolerancia".

1 comentario:

Gabriel Pérez dijo...

E tamén aplicable a outras vertentes da vida. Moito me lembra aquela frase de Max Planck, de que o triúnfo dunha teoría sobre outra que están en competencia polas mesmas explicacións, é que os defensores dunha van morrendo e o novo estudantado vai aprendendo a outra.

Cóidate e ata nos ver ;-))))