martes, septiembre 22, 2020

Veinte razones para leer Estación. Ida y vuelta, de Rosa Chacel, editada por Cuadernos del Vigía (en construcción)

Fuente de la imagen: Ed. Cuadernos del Vigía

1. La primera novela española plenamente de vanguardia, fue escrita por una mujer, y de la generación del veintisiete. Puede que fuese precisamente el exceso de experimentación vanguardista lo que llevase a Ortega a incumplir su promesa de publicación y que "tan solo" le abriese a la escritora las puertas de Revista de Occidente, donde solamente dos mujeres, Chacel y Zambrano sortearían la misoginia científica de la época. 

2. La única que se inserta con pleno éxito en la estela de la técnica y estética narrativa de Joyce. 

3. La confirmación de que la del 27 no fue sólo una generación de hombres poetas, sino de mujeres poetas y narradoras excepcionales.

4. La prueba de que lo que se conoció 25 años después de la publicación de esta novela como Nouveau Roman, ya estaba prefigurado aquí. 

5. La utilización de la técnica de lo visual en la literatura -ékfrasis- que demuestra la enorme capacidad creativa de Chacel en el dominio de la interacción de la visión, que es el modo de percepción propio de las artes plásticas, en la literatura. 

6. Una obra de arte total, en donde los efectos pictóricos, escultóricos, arquitectónicos se unen a los recursos textuales para crear una forma totalmente novedosa de arte en que la obra sólo la crea el lector que se "somete" a un modo de percepción totalmente novedoso y del que carece de toda experiencia.

7. La ruptura absoluta de la trama convencional para construir un texto que con un lenguaje diáfano construye una historia que supone un reto en cada párrafo, en cada línea, porque exige el abandono de cualquier prejuicio de lectura de un texto literario.

8. El existencialismo en estado puro, también mucho antes de El ser y la nada, de Sartre/Beauvoir. La constatación de que la mente, la cociencia, puede ser, es, la auténtica dramais personae.

9. La razón vital de Ortega convetida en personaje literario. El absoluto respeto al magisterio del filósofo español y la absoluta determinación de Chacel a reinterpretarlo, consiguiendo un texto orteguiano mucho más allá de Ortega. 

10. La interdependencia de lo racional/emocional imprescindible para la creación y la vida.

11. El impulso genésico, o la determinante dependencia de Eros en la circunstancia vital.

12. La intercambiabilidad, o la performatividad del género, 65 años antes de la articulación filosófica de este discurso por Judith Butler.

13. La posibilidad de que las lectoras y lectores en España puedan comprender un texto que no ha sido entendido en un siglo, a pesar de constituir una novela absolutamente moderna e imperecedera. 

14. El afán de comprender a la juventud de cualquier época como condición absolutamente necesaria para articular sociedades respetuosas y capaces de diseñar contextos de futuro dignos de ser vividos. 

15. Aceptar e al reto de una autora que ya nos avisa de que el que quiera seguir este relato tiene que someterse a un acto tan difícil como doloroso, que es dejar en suspenso su memoria y hacerlo sin escándalo. 

16. Replantearse las etiquetas que han fijado muchas veces erroneamente a las obras de arte en espacios e imaginarios irreales impidiendo el disfrute de los mismos. En el caso de Chacel, el recalcitrante rótulo de "literatura deshumanizada" que impidió durante mucho tiempo la lectura de sus textos. 

17. Disfrutar de un texto que penetró en una senda literaria totalmente nueva en nuestro país en la que se atisban reflejos de jinetes tan relevantes como Unamuno, Baroja, Valle-Inclán o Ramón Gómez de la Serna. 

18. Disfrutar de las creaciones literarias a que pueden conducir las inteligente y sugestivas lecturas que Chacel hizo de Dostoiesvski, Balzac, Nietzsche, Platón...Schopenhauer.

19. Rescatar a nuestras Chacel filósofa de la que ya en 1931, poco después de la publicación de Estación. Ida  Vuelta, Revista de Occidente publicó su interesantísimo artículo sobre el la relación entre los sexos, que todavía hoy permanece olvidado  -no se reeditó desde 1931- a pesar de que aporta ideas que aún son vetas sin explorar en la comprensión de las relaciónes sexuales y de la conflictividad de las relaciones de género.

20. El absoluto respeto, religioso casi, por la perfección de la lengua, el mismo que como escultora demostró con la materia, con la forma. 

(estas son mis razones sin orden de importancia y que se me ocurren de repente, pero dije veinte como podría decir cincuenta)

Gracias a Editorial Cuadernos del Vigía por esta preciosa edición.



2 comentarios:

MASEACE dijo...

Ana, excelente pluma, como viene ocurriendo en todos tus análisis literarios. Leyéndote despiertas siempre el interés por la obra que generó en ti la pasión por escribir.
Gracias una vez más por compartir ��

Juan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.