jueves, diciembre 13, 2018

Homenaje a Rosa Chacel. 120 años de su nacimiento.

Retrato de Alejandro Cabeza 

A María Jesús Fariña, por su confianza.Gracias.

Este año se cumple –no puedo decir que se esté celebrando- el 120 aniversario del nacimiento de Rosa Chacel. Ya no constituye ninguna novedad el hecho de que pase totalmente desapercibido. Podríamos detenernos a analizar las causas de este deliberado y persistente olvido, pero sería vano; todo se reduce a lo mismo, a la decepcionante evidencia, de nuevo, de tener que reconocer que Chacel tuvo muy mala suerte con su lugar de nacimiento. No hay que empeñarse en seguir transitando por caminos imposibles.

Concentrémonos en los tan escasos como valiosos recuerdos que de Rosa aparecen milagrosa e inesperadamente, en nuestro entorno.  El más reciente,  el de Luis Antonio de Villena en sus deliciosos dorados días de sol y noche. Leerte, Luis, fue un desternillante y placentero viaje al futuro poniendo rumbo al pasado, así es de confuso este paisaje nuestro. Me hice con el libro de Villena por la única razón de que sabía que hablaría de Rosa, pero es justo reconocer que nuevamente los caminos chacelianos conducen siempre a parajes extraordinarios donde hay alimento espiritual para una buena temporada. Villena, con una generosidad quizás desprevenida por la contundencia del tiempo pasado, nos ofrece un retrato hilarante y valioso de aquella transición de la que tanto nos queda por despejar. Luis nos recuerda a Rosa, y los recuerdos que comparte de aquella amistad son un premio para las que buscamos cualquier pista que nos reconecte con esta magnífica de nuestro pensamiento y literatura.  Nos la describe Luis en su ambiente, con una fidelidad y simpatía que sin duda la haría muy feliz. Dice Luis que la echa de menos. Y nosotras Luis, las que sólo hemos podido leerla y no disfrutarla en vida. De alguna forma, sus seguidoras estamos solas aunque tengamos una obra densísima que nos entretendrá durante años.  Si me pidieran que definiera a Chacel con una sola palabra no lo tendría difícil. Sería insobornabilidad. No dudó nunca de su capacidad y aunque la vida la sometió a las durísimas pruebas de todos los exilios posibles – político, económico, de género- siempre se mostró inquebrantable en sus juicios, aunque sabía mejor que nadie de la enorme incomprensión a la que se enfrentaban sus contundentes declaraciones. Hay cientos de ellas. Todas deliciosamente, rabiosamente irresistibles. Dicen que estos excesos la perjudicaron, que la mantuvieron en un segundo plano siempre, porque la corrección no era lo suyo. Qué despropósito. Ella conocía bien lo que era la corrección. Era precisamente este aspecto aplicado al lenguaje, ese extraordinario oficio del que se vanagloriaba, lo que la mantenía en la cima. Eso se paga con episodios tan sórdidos como el que protagonizara Umbral y tantos otros a los que interesaba justamente lo contrario que a ella: que se hablase de sus libros. Entiéndase esto. Rosa hubiera sido inmensamente feliz de haber tenido mayor reconocimiento, pero no estuvo dispuesta en ningún momento es rebajar el nivel de su pensamiento a costa de la difusión de su obra. Alberto Porlan, gran amigo suyo y al que debemos la mejor entrevista que se le haya hecho, me aseguraba hace poco en respuesta a mi desolación por su desconocimiento, Rosa nunca será muy leída, pero siempre será célebre. No se puede decir más con menos palabras. En esta afirmación tenemos el “intríngulis” además, que nos ayuda a entender mejor esas cosas del canon literario. Nadie podrá ningunearla, aunque no la nombren, aunque no la reediten, aunque no celebren sus aniversarios y no se lleven sus obras a las aulas ni a las pantallas. Sus textos están ahí y siempre habrá lectoras y estudiosas que sabrán que es una cumbre imposible de cuestionar. Esas declaraciones siempre polémicas de Chacel se me antojan piedras lanzadas al mar de la filosofía, la literatura y el modo de vida de su época y de la nuestra. Piedras que hicieron saltar por los aires simplezas, convencionalismos y comportamientos acomodaticios o falsas progresías. Recuerden aquello de que “la literatura femenina es una estupidez, que es de lo más recordado de sus declaraciones. Como si pudiera tomarse como una ofensa al feminismo. ¿acaso no es una falacia hablar de literatura femenina? ¿es que alguien en su sano juicio se refiere a la literatura en general como literatura masculina por ser mayoritariamente hombres los que conforman el canon? ¿es que alguien duda de que hablar de literatura de mujeres o para mujeres las sepulta en un margen seguro y diferenciador por un absurdo empeño en hacer de una desigualdad una bandera? ¿es que no es ella misma y la extraordinaria pléyade de mujeres que en su dificilísima época nos dejaron grandes obras la muestra de la perfecta igualdad de la capacidad creativa de las personas? A mi esta evidencia a punto está de demostrarme lo contrario, la enorme capacidad creativa de las mujeres, puesto que la existencia misma de las propuestas chacelianas son la constatación de una capacidad extraordinaria para anticipar géneros, modas, ideas. A saber lo que hubieran hecho estas magníficas de haber tenido una habitación propia para hacer su obra y unos chelinesm como nos recuerda Woolf, para intentar sacarla adelante. Me siento obligada a recomendar siempre la lectura de las obras de Rosa Chacel porque intuyo que será un descubrimiento tan placentero para tanta gente como lo fue para mi cuando, ¡que tarde! acometí su lectura. Me invitaron un día a elegir una autora y hablar de su obra. Acepté el compromiso y cuando busqué en el catálogo que me ofrecieron quise elegir lo fácil. Y caí en la trampa, toda una suerte. Apareció Rosa. Memorias de Leticia Valle por su aceptable extensión quizá por el propio título me pareció empresa fácil. No sabía que había entrado en una literatura en la que me quedaría años. Las poco más de cien páginas de esta novela me atraparon ya para siempre. Cuántas novedades en este pequeño texto. Lolita de Nabokov empequeñece, no por su inferioridad. No es eso. Empequeñece por la transcendencia que se otorgó a esa obra por su originalidad. En España ¿cuantos sabemos que antes que la canónica Lolita teníamos una novela que incorporaba el tema del juego de la seducción entre una niña y un adulto? Y desde un ángulo ciertamente más complejo y desde luego mucho más relacionado con lo nuestro. En MLV están el deseo, si, pero también la relación entre personas de diferente estatus, diferente sexo, diferente edad y está la historia de España y la voz narradora femenina apropiándose sutilmente del discurso y con una voluntad de hierro. Cuánta crítica vertida para dilucidar quién seduce a quien, si la niña, si el hombre maduro, cuando lo que está claro es que es la palabra la seductora. Y todo con el misterio necesario para que pueda leerse como una historia misteriosa y por tanto atractiva para los que sólo busquen el mero entretenimiento. Pero MLV no trinfó, no arrasó como debía. Porque como toda la obra de Chacel son cartas que a nuestro país han llegado con décadas de retraso. Y aún así ¡qué novedoso es todo lo que propone! Es como si Rosa escribiese sus obras sabiendo que se leerían muy muy tarde. Ella lo intuía todo, seguramente esto también lo adivinó. Después de MLV emprendí la lectura de Teresa. Una biografía encargada por Ortega y Gasset de Teresa Mancha, la amante de Espronceda a la que ella dio vida propia, literalmente además, puesto que se desconocía todo absolutamente de esta persona por haber quedado sepultada en el mito de la mujer fatal que echó a perder la vida del gran poeta patrio. Léanla, y prueben luego a leer el Canto a Teresa. La vista se les nublará pero se despejarán dudas intemporales que se les antojaban irresolubles. De Estación. Ida y Vuelta decir que es una constatación, quizá la única de la lectura más temprana de Joyce en España y de su magistral interpretación. Bueno, eso y que ahí están las propuestas que luego se atribuyero a lo que se llamó el Nouveau Roman. Ahí es nada. Cuando hablo de Chacel no puedo omitir el nombre de Juan Pedro Quiñonero y la deuda eterna que en España contrajo con él, pues fue uno de los introductores de su obra en España. No olvido, por supuesto a Ana María Moix, que tuvo la suerte de contactar con Chacel después de leer Teresa casi por milagro y quedar atrapada en sus páginas. Ana María inició con Chacel una correspondencia que conforma una obra literaria en sí misma de primerísima calidad. Pero Rosa disfrutó de la amistad de muchísimas personas interesantes en su vida y mucho me temo que esta correspondencia tiene la misma calidad y por tanto la misma urgencia para su publicación. Una gran parte de estas cartas fueron destruidas por nuestra autora, para “evitar a los husmeadores de vidas ajenas”, dijo. Pero en la Fundación Jorge Guillén (me pregunto por qué en Valladolid, su tierra natal no disponen de una institución propia para su insigne escritora) descansan aún cantidad de cartas que ya no pueden seguir durmiendo el sueño de los justos. De su gran obra La Sinrazón, no hay sitio para hablar, porque se trata de una obra mayor que no puede ser descrita en un párrafo. Digamos sólo que es la puesta por extenso de aquel proyecto joyciano de Estación. Ida y Vuelta. Ahí está la conciencia realmente puesta en pie de un personaje que explica y se autoexplica invitándonos a habitar esa torre donde el pensador, la escritora desarrolla a paso lento pero contundente una explicación ….del mundo. Pero también hay poesía. Los sonetos chacelianos son puro misterio a la par que una arquitectura perfecta. Valle Inclán opinó sobre su trabajo poético: “Rosa, tus versos son demasiado perfectos. Por ese camino no llegarás a ninguna parte”. No es tan ambiguo como parece nuestro gallego universal. Piénsenlo tras su lectura. Los cuentos, los relatos, su narrativa breve son un concentrado tal de misterio e inteligencia que invitan a su memorización, a su interpretación. Me gusta leerlos en voz alta, quizá porque al sentirme acompañada por mi propia voz me sustraigo un poco a la enajenación que provocan la belleza de sus propuestas. En cada frase me pregunto ¿pero de qué me está hablando aquí? ¿es esto? Sí, es esto. Es este tema, es esta sensación innombrable que yo he tenido a veces. En sueños y también en momentos de profunda reflexión. Y si habéis leído más obra uniréis los puntos, como en el juego infantil,  y entonces emergerá una imagen, una de esas imágenes en movimiento que extasiaban a la Rosa más cinéfila, y por ahí entráis a otra puerta, que sólo será otra parte de la mise en abyme que es toda su obra. Bienvenidos a la obra chaceliana. Bienaventurados los lectores que no se dejan amendrentar por lo “muy” intelectual· (en mala hora Aranguren aplicaste tan mal el adverbio. Claro que a contestarte dedicó Rosa deliciosas páginas también). 

martes, diciembre 11, 2018

Cuánta, cuánta historia. Atocha y la desmemoria.

El chico con cara de ángel que ven en la foto es el asesino de los abogados laboralistas de Atocha de cuya detención, cuarenta años después de aquella matanza, se hacen eco estos días algunos medios de comunicación. Las personas que hemos vivido aquellos sucesos siendo muy jóvenes, sufrimos casi la misma sensación de confusión y extrañeza ante unos hechos que se nos antojan de una barbarie tan desmedida como el silencio y falta de explicación que los rodea. En aquellos tiempos la falta de años y de libertades de nuestros mayores no permitían entender ni inocular casi una idea de verdad y justicia por la que transitar con una seguridad mínima en la senda de la democracia que se avecinaba. Hoy, la persistencia del olvido y la extrañeza ante desenlaces tan tardíos, sólo pueden causar sensaciones también parecidas a aquellas en blanco y negro. No es nada tranquilizador percibir que el ambiente no se haya ventilado convenientemente con un debates rigurosos, pausados y definitovos sobre estos temas. Que la democracia no está conosolidada es algo de lo que no se quiere ni oír hablar, pero ese silencio sólo puede servir para seguir caminando con el paso inseguro del que tiene que acudir todos los días a un examen para el que no se ha preparado suficientemente. Ver a uno de los asesinos de los abogados laboralistas de CC.OO. al lado de Blas Piñar, aquel siniestro  personaje que campeó libremente por los iniciáticos años de la democracia, no es cosa baladí. Tampoco lo es tener que asistir a la resistencia a hablar con normalidad de un pasado histórico tan vergonzoso como dañino para la salud de nuestra convivencia. Faltan datos por todas partes, se mire por donde se mire, se lea por donde se lea y se investigue por donde se nos deje (a estas alturas gran parte de los datos han desaparecido de nuestros expurgados archivos). Falta muchísima investigación, pero afortunadamente hay algunos trabajos interesantes. Menos mal que había periodistas en aquellos tiempos como la gran Rosa Montero que se jugaron la pluma en reportajes que asentaron verdades por hacerlo nengro sobre blanco en la letra impresa de la prensa, quién lo diría, mucho más durareda como testimonio histórico que los solemnes documentos que tenían que haberse conservado en los archivos de nuestras instituciones.  Esta recopilación de recursos que presentamos aquí sólo pretende ser un acercamiento a una labor de investigación que se nos antoja muy escueta. Es un pobre homenaje a aquel magnicidio que sólo entendemos, desgraciadamente entre líneas. A veces, sólo desde la ficción nos damos una idea de dónde puede estar escondida la verdad, ya que el silencio impone siempre duras condiciones a los medios de informaicón. Para saber de la guerra fría y las complejas redes de violencia que desembocaron en acciones como esta matanza es muy clarificador leer, por ejemplo, Operación Dulce de I. McIwan. Seguramente Bejanmín Prado, también lo consigue con su Operación Gladio. La guerra fría es un fenómeno que en España permanece muy poco estudiado también, ahora se entiende por qué. La transición sólo fue pacífica a costa de demasiado silencio, ese fue el precio, Pero para que no se enreden los brazos de la hidra habrá que contar los brazos y cortarlos con la rigurosa serenidad de la valentía de la palabra.
     Blas Piñar y Carlos García Juliá. Fotografía © Diario 16     Blog de Roberto Cerecedo
















BLOGS

LIBROS

Ruiz-Huerta Carbonell, AlejandroLa memoria incómoda, Los abogados de Atocha. PDF

Reverte, Jorge M., Martínez Reverte, Isabel. La matanza de Atocha.

PELÍCULAS: J. Bardem. 7 Días de Enero., 1977Reseña 



AUDIOS: Documentos RNE-El atentado de los abogados de Atocha emitido el 21 de enero de 2017.  DESCARGA EL AUDIO

NOVELAS: Atocha 1977. Silvestre García. Reseña.

TESIS DOCTORALES:  Gallego López, ManuelLa dinamización de la Transición política española a través del asesinato de los abogados de Atocha . 2016. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Tesis publicada a texto completo en el Repositorio Institucional de la UNED. PDF


TRABAJO FIN DE GRADO: Guilló Ruiz, Juan Carlos. Violencia política y opinión pública en la transición: el caso de la "matanza de Atocha". PDF

RESUMEN El presente estudio pretende aportar una nueva visión sobre la transición española y la violencia política desencadenada durante ese período. Se centra en el atentado a los abogados de Atocha y la transmisión y construcción del suceso a la opinión pública desde tres medios de prensa: ABC, El País y La Vanguardia, con el fin de analizar, por un lado, las diferencias en el tratamiento y difusión de la información, y por otro, conocer el contexto político y social del período, y cuestionar, o al menos matizar, determinados mitos o visiones poco realistas que se tienen en la actualidad sobre ese período. Para ello se emplearán fuentes bibliográficas a fin de reconstruir el contexto político y social, y proporcionar un marco teórico en el que insertar posteriormente las conclusiones derivadas del análisis del tratamiento de las fuentes primarias. Palabras clave: transición; violencia política; prensa; Matanza de Atocha. Fuente: Localizado a través del Buscador de Repositorios RECOLECTA.

ARTÍCULOS 

Martínez Reverte, I. Fué un fusilamiento en toda regla. El siglo de Europa, núm.1143, pp.50-52.


Cinco muertos y cuatro heridos muy graves fue el balance del atentado terrorista contra un despacho de abogados laboralistas en el número 55 de la calle Atocha de Madrid, el 24 de enero de 1977, perpetrado por un comando de extrema derecha. Los hermanos Jorge e Isabel Martínez Reverte recrean lo que sucedió en La matanza de Atocha. El asesinato de los abogados laboralistas que conmocionó a la España de la Transición (La Esfera de los Libros). El abogado José María Mohedano facilitó una copia del sumario del proceso a Jorge. En medio del trabajo de investigación y escritura, éste sufrió un ictus y su hermana se sumó al proyecto. Isabel, periodista que ha desarrollado su carrera profesional en los Servicios Informativos de Televisión Española, destaca que aquello fue una ejecución y que la democracia era imparable. TEXTO COMPLETO


Guilló Ruiz, Juan. Violencia política y opinión pública en la transición: el caso de la "matanza de Atocha". Convergencia y transversalidad en humanidades. Actas de las VII Jornadas de Investigación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante. 2018, pp. 281-286. TEXTO COMPLETO.

Resumen. El presente estudio pretende aportar una nueva visión sobre la transición española y la violencia política desencadenada durante ese período. Se centra en el atentado a los abogados de Atocha y la transmisión y construcción del suceso a la opinión pública desde tres medios de prensa: ABC, El País y La Vanguardia, con el fin de analizar, por un lado, las diferencias en el tratamiento y difusión de la información, y por otro, conocer el contexto político y social del período, y cuestionar, o al menos matizar, determinados mitos o visiones poco realistas que se tienen en la actualidad sobre ese período. Para ello se emplearán fuentes bibliográficas a fin de reconstruir el contexto político y social, y proporcionar un marco teórico en el que insertar posteriormente las conclusiones derivadas del análisis del tratamiento de las fuentes primarias




Cavazzino, Valeria. La matanza de Atocha: el relato de un crimen entre periodismo y novela negra. Estudios sobre el mensaje periodístico, 2018, núm.24, pp. 105-120. TEXTO COMPLETO.

Resumen. En este estudio se quiere explorar la presencia de los elementos constitutivos del género negro en los textos que no pueden considerarse puramente literarios. El interés por esa tipología de escritos “híbridos”, que combinan las técnicas y las formas narrativas con los procedimientos más bien utilizados por el ámbito periodístico, se ha enfocado en el estudio de una serie de reportajes publicados por Rosa Montero en El País sobre el atentado de Atocha, ocurrido en 1977. Contribuye a la peculiaridad de los textos estudiados, la publicación del último capítulo de dicha serie de trabajos periodísticos, veintisiete años después de la aparición de las primeras tres partes. Se intentará, por lo tanto, demostrar como este aspecto aparentemente relacionado con la dimensión extratextual, afecte, más bien, a la naturaleza intrínseca de los textos mismos, contribuyendo a la elaboración del estudio, centrado en los puntos de contacto entre las modalidades expositivas y creativas propias de la literatura en su encuentro con las constitutivas del lenguaje periodístico.

Glover, Helen. Atentado de Atocha: 25 años en el recuerdo. Iuris: Actualidad y práctica del derecho, 2002, núm. 59, pp.20-26.

Matanza de Atocha. El crimen que acleró la Transición. Cambio 16, núm. 1574, 2002, pp. 70-71

Cabreja de las Heras. La matanza de Atocha y la Semana Negra de la transición española. Historia del PCE: I Congreso, 1920-1977. Vol.2, 2007. pp. 399-412.


FUENTES PARA EL ESTUDIO DEL ATENTADO DE ATOCHA









REBIUN: Catálogo colectivo de las Bibliotecas Universitarias Españolas.