martes, octubre 25, 2011

La embriaguez de la metamorfosis, Stefan Zweig




El absoluto placer de leer a Zweig obliga a no pasar por alto ninguna de sus obras. Cualquiera de ellas catalogada por un crítico como obra menor está a una altura inalcanzable para la mayoría. A su extraordinaria capacidad para penetrar en el interior, en la zona más oscura y misteriosa del ser humano se une la belleza y rigurosidad con que describe todo tipo de sentimientos. Cuando esto es así, nos vemos atrapados en una deliciosa ola de placer al que debemos de mantener a raya para no perder el hilo de la situación que nos describe. Freud, no disumuló nunca su admiración hacia este escritor. Incluso se detecta en la correspondencia entre ambos cierta envidia por parte del psicoanalista, que, en numerosas no puede evitar completar las conclusiones del escritor con agudezas profesionales que a veces no vienen a cuento. En una de esas cartas, Freud reconoce que luego de leer uno de sus relatos, no ha dejado de buscar una metáfora para explicarse la sensación que le produce la lectura tan limpia y pulida de Zweig. Y encontró una con la que concuerdo totalmente. Los textos de este autor son como ese paño húmedo, ese papel de calco que el arqueólogo utiliza para recoger absolutamente todos los detalles de una inscripción epigráfica, por ejemplo. Es perfecta. Los textos de Zweig son, efectivamente, paños mojados en donde han quedado maravillosamente impregnados los detalles más sutiles de los sentimientos y modo de vida de toda una época. Podíamos pensar que estaba por hacer la historia sentimental de Europa (que es algo bien distinto de la historia de las mentalidades), pero no, lean a Zweig y déjense llevar por las tranquilas aguas de los momentos más turbulentos y crueles que vivió nuestro continente. Encontrará tantas claves para entender el mundo que puede que incluso sea usted capaz de adivinar el futuro más próximo, lo cual es sólo cuestión de voluntad y valentía. Si quieren, hablamos del libro, como siempre.

3 comentarios:

crispavon dijo...

Non vou deixar que remate o ano sen ler algo do teu adorado S.Zweig. Por onde empezo logo? Por este mesmo, La embriaguez de la metamorfosis?

Ana Bande dijo...

Eu lería en primeiro lugar as súas memorias e logo continuaría cos relatos e biografías. Ten un relato marabilloso "La confusión de los sentimientos" que está publicado nun libro recopilatorio de relatos seus, pero son magníficos tamén os ensaios, por exemplo un que ten sobre Dostoievski e o libro "El legado de Europa".

Lula Fortune dijo...

Todavía paladeando la exquisitez de sus memorias. Gracias, Anabande por ponerlo en mis manos...
Bicos