Nouvel Observateur, nº2478, p.18
El siguiente texto es una traducción propia del artículo que Sara Daniel publicó en la sección El hombre de la semana, del último número de Nouvel Observateur. Aparte de la consabida ignorancia preñada de impotencia que me sugiere todo lo que pasa tan lejos, no puedo dejar de sorprenderme en lo que puede dar de si la barbarie. Por otra parte me hace reflexionar sobre el papel de nuestros intelectuales en comparación con nuestros vecinos del norte. Me ha llamado poderosamente el ejemplo de Bernard-Henri Lévi, el hecho de que tenga una asociación que se dedique a ayudar en estos grandes conflictos ....¿tenemos algún ejemplo que se le parezca en España?...
Tiene la angustiosa
apariencia de los que vuelven del
infierno. De un arisco pastor
de melena y barba
blancas, que se irrita cuando debe guardar las formas ,
hablar del tiempo que hace o de las
elecciones que movilizan a los
franceses. Jacques Béres, de 71 años, es el único
médico occidental que llegó clandestinamente a Siria, a la villa de Homs, luego a la región de Idlib, en el curso de un segundo viaje del que
a punto estuvo de no regresar. En este café que rodea
el Luxemburgo sobre el que se abate una
tormenta digna
de un monzón vietnamita , el país en el que
se ha iniciado como
cirujano de guerra durante
la ofensita del Têt en febrero de 1968, recuerda, todavía con el cansancio del
viaje, las visiones que lo acosan. Como la cara de ese chaval
de 10 años, un gavroche rubio tocado con una
gorra . “Había sido casi cortado en dos por un obús, sus vísceras salían de su vientre. No
conseguí olvidarlo”.
En febrero pasado,
Jacques Bérès atravesó la frontera entre
Líbano y Siria a moto y luego a caballo.
Al llegar a las afueras de Homs, la capital
de la resistencia, bombardeada por las
fuerzas de Bachar al-Assad, encorvado, tuvo que
tomar una
alcantarilla de dos kilómetros que
serpenteaba bajo tierra. Luego, a medio camino del túnel ,
consigue cargar sobre una motocicleta
su material médico
y la “dermatome”, una máquina para injertar piel que el había regalado a los médicos
de la ciudad martirizada. En Homs, durante
quince días, ha operado a 89 pacientes de los cuales 9 murieron en el quirófano.
Los demás sucumbieron incluso antes de haber sido operados, habían tenido que esperar demasiado . “Estábamos hasta
la coronilla, había camillas por todos lados .
Entonces tuve que irme, agotado de
tantas noches sin sueño”, dice, enojado porque
su propio cuerpo ya no le respondía.
Bérès interrumpe su
relato cuando su mujer viene a reunirse con él. Quiere protegerla, hacer la atmósfera
menos pesada ,
y sin embargo es ella la que siempre lo anima a salir. Danièle, de cabello blanco
que combina bien con el de su marido , lo mira
con una mezcla de ternura
y admiración. “No tenemos más que una vida ,
quiero que la viva
como desee. Además, no es un cabeza
loca, es particularmente cuidadoso ”, repite ella, como
un viático contra
la angustia que aumenta
cuando los medios de información transmiten el ruido de los morteros y el número de muertos. Pero su mujer, que dedica su tiempo de retiro
a la asociación de lucha contra el sida Aidess, es acaso una
ingenua? No, sin duda. Desde su regreso,
su marido está aquí pero de hecho sin estar . Recorre los platós y los foros
para decir lo que
ha visto . “No basta
con jugar a cowboys
y soltar adrenalina .
Después, es necesario contarlo: es la base
de nuestra medicina humanitaria tal
y como la hemos definido
junto con Kouchner”.
Desconfía de las indignaciones grandilocuentes, no está
siempre de acuerdo con los
posicionamientos de Bernard-Henri Lévy, quien, sin embargo , financió la mitad de su viaje. “Ninguna ONG quería arriesgarse a enviarme
a Siria. Demasiado peligroso, demasiado caro
en seguros , pero la asociacion de BHL,
France Syrie Démocratie, terminó por
aceptar pagar la mitad de mi
aventura ”. La otra mitad, es una asociación islámica de Seine-Saint-Denis, UAM 93,
la que se ha hecho cargo . Extraño binomio! Jacques Bérès no preconiza nada , ni intervención extranjera ni la necesidad de armar a la oposición. No sabe tampoco si
las ONG deben aceptar el riesgo de enviar médicos a Siria. Su elección es
contarlo. Durante su último viaje, hace apenas
un mes , en el norte
del país , vió como mataban a un médico y dos farmacéuticos: “En Siria, hoy, es tan
peligroso que te
cojan curando a un herido como con las armas en la mano ”.
Nunca el cirujano había visto a una
dictadura desencadenar tanta violencia contra la profesión médica .
“Todas las farmacias con las que he
podido cruzarme en el Norte han sido saqueadas y
quemadas. Imposible incluso encontrar en la región de Idlib unas aspirinas . Las enfermedades
crónicas, los cánceres incurables se multiplican. En Siria, los hospitales son los blancos prioritarios de los carros de combate . Este bloqueo terapéutico es una
innovación de la barbarie.”
Su vida es una epopeya al servicio de lo humanitario, pero
elabora su relato a la manera humilde de
los hombres de acción. Durante su
aprendizaje en Louis-le-Grand, Bérès frecuenta a Régis Debray y Clément Rosset,
quien, a los 19 años, escribió ya una obra
influyente: “la filosofía trágica ”. Paul Thorez, el hijo de Maurice, saca
de su taquilla en el internado los cojines de seda
salvaje sobre los que
su grupo de compañeros, colegiales superdotados ,
simulan dormir durante
las clases de filosofía. “Mis compañeros
eran extraordinarios, yo no estaba a su altura ”,
juzga Bérès. A falta de un futuro como
gran filósofo, será cirujano: “Me convenía
más. Las operaciones de huesos, es ebanistería; lo vascular ,
fontanería”. Evoca con humor su
primera experiencia de cirujano de guerra
en Vietnan, cuando, a los 26 años se reúne con los vietcong atónitos para ponerse a su servicio, y ellos, como bienvenida, simulan su ejecución… Incluso
la creación de Médicos sin Fronteras en
diciembre de 1971 que , sin embargo , transformó la historia del humanitarismo , la recuerda como
el fruto de la impaciencia de jóvenes
deseosos de aventura . “La
Cruz Roja
había tardado mucho en enviarnos al Golfo de Bengala después del paso del ciclón de Bhola que había causado 500.000 muertos, y entonces nos pusimos manos
a la obra ”. De Biafra a Libia pasando por Ruanda, le encontramos en todas las líneas de frente . Y luego en 2006, de paso a París, propone a
Agustin Legrand cuidar a los sin techo que ocupan las tiendas de campaña del canal Saint-Martin, en París. “Como
yo era el más viejo, me nombraron presidente
de los Enfant du Canal ”. En un mes , la asociación se instalará en sus locales definitivos ,
en la calle Vésale, en el 5ºdistrito, la “antigua sede
de Tiberi!”. Está orgulloso de este lugar de 800 metros
cuadrados que
ofrecerá habitaciones individuales a los
que vivían precariamente. Pero admite que lo que más
le gusta es la cirugía de guerra . “Odio
la burocracia , necesito mancharme las manos ”. Durante su viaje cerca de Idlib, en la frontera
turca, cuando sólo disponía de diez minutos
para evacuar una localidad atacada
por los carros ,
se sintió desfallecer. “Tengo que parar antes de ser un peligro para los demás. Antes de que me maten tontamente . Ya no puedo tirarme de camiones en marcha . Voy a parar . Un día…no ahora”.
Gracias a Florianne por sus correcciones
6 comentarios:
A ver Ana... no digas que tiene errores, que yo te lo corregí y no te habría dejado publicarlo con errores... Solo que Lévy es con i griega... Ya nos haces competencia a los traductores eh? Un placer ayudarte, cualquier cosa ya sabes... Muacs!
Claro, claro, es que lo de los errores fue antes de tu ayuda, ahora lo corrijo amigüita, y gracias por el piropo, pero todavía me quedan mucho Gad Elmaleh que entender para estar a vuestra altura...tú si que eres profesional tía, me quedó claro con el asunto "livinglab" aquel, sobre el que ya está todo dicho, no se te colaba un acento...ahora que claro, acentos, acentos...tenéis demasiados ¿no?...¡besazo!
Jejejejeje, sí, te concedo que podíamos prescindir de alguno... pobre casi te vuelves loca con los acentos cuando fue lo de los living labs... pero bueno igual que en todos los idiomas. A ti no te parece que os sobra un verbo para traducir "être"? uno ya era suficiente ¿o no? jejejeje pero bueno, eso es el encanto que tiene cada lengua, cada una tiene sus cosillas jejeje. Un besazo wapísima!
Eu non remato de enterarme do asunto. A cousa debe ser a traducción do texto ¿non?Me cagonocarallo, pero ¿quen anda detrás desta propaganda? Ah, sí, xente moi coñecida. Non deixo de abrir a boca como un parvo. Xa quedan poucos; o Tío Sam débese estar escarallando de risa.
Complicado, lo de Siria, ma non troppo...¿non Paco? ¿no é o de sempre pero un só cos peóns acurralados por reis, raíñas e torres doutras motísimas partidas de xadrez? o do médico este témolo que ver forzosamente como propaganda? ¿non quedan espazo ningún para confiar no humanitarismo? neste caso sí detectei unha certa paixón por si mesmo, pero se estivo alí, e viu todo iso ¿non ten que facer toda esta parafernalia para contalo? a min xa me levou a querer saber, sobre todo uliscando a mala baba dos comentarios do youtube...seguimos.
otia...palabras de paso en ostrogodo: ordscrus urvingi
Despois será en Irán, logo en Korea, máis tarde en América Latina... Algúns persoaxes teñen unha facilidade asombrosa para desplazarse dun lugar á outro; non sei como o poden facer se non contan cun bo peto... Eu para moverme poucos kilómetros teño que controlar a carteira e xa non digamos se o teño que facer por varios países; imaxínome que ao resto dos mortais "normais" lles pasa o mesmo. Hai moitísimas cousas que non se poden contar; é máis, censúranse se non pasan o filtro do "poder", que para eso, e outras cousas, montaron as leis...
Temos que abrir os ollos e ver máis alá do que nos mostran pegado ó narís. Canta miseria. Temos que cambiar este mundo.
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