martes, abril 23, 2019

Quiñonero desde París, visiten su web, es información humana, en un mundo deshumanizado

Foto. Quiñonero.
“¡Lo que tenéis que hacer es suicidaros..!” gritaban con frecuencia los chalecos amarillos más violentos. Invitación al suicidio que coincide con una crisis profunda de las fuerzas del orden, víctimas de ataques de angustia intima y social: un gendarme, policía o anti disturbios francés se suicida cada dos días, desde principios de este año. Esa ola de suicidios se ha transformado en un drama que las fuerzas del orden viven con callada angustia, coincidiendo con la “rutina” de los estallidos de violencia semanal.

Esta angustia que transmite Quiñonero sólo puede rebajarse hasta hacerse soportable por su misma actitud...sus palabras no sólo son un consuelo, son un grito desesperado que nos ancla a la única salvación posible, la búsqueda de la belleza, que no es sino el bien. Estas son sus humildes y cálidas palabras. A ellas me sujeto:

Mi paisano Ramón Gaya dice en algún lugar que la realidad, la naturaleza, son sagradas… Observando lo real, amando lo real, incluso en sus rostros menos amables, es donde yo encuentro la razón de casi todo, que no siempre es muy amable. Pero incluso en la más rematada fealdad es posible encontrar rastros, huellas, destellos de algo sagrado, indisociable de nuestra naturaleza, cuando está habitada por el alma de las palabras, el Verbo, que también puede ser cosa visual. Véase Goya, claro. 

¡Gracias J.P.!

UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO

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